Cuando observemos que después de terminar el lavado, el agua sigue en el interior, las comprobaciones que debemos hacer son los siguientes:
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Comprobar la función RESET para descartar fallo electrónico. (Algunos lavavajillas la incorporan en el botón inicio).
En la mayoría de los modelos que sí incorporan la función RESET, el funcionamiento es el siguiente:
Se pulsa el botón RESET durante 4 – 5 segundos, se escuchará la bomba de desagüe funcionar, y después de unos minutos, se parará la bomba de desagüe y veremos que el piloto que indica “fin de lavado” se enciende.
Si vemos que este proceso lo realiza bien y que no queda acumulación de agua dentro del lavavajillas, daremos por finalizada la reparación, ya que la electrónica es muy sensible a cortes de luz o a manipulaciones erróneas, y a groso modo, la placa electrónica se había “bloqueado”.
Al resetear la placa, lo que hacemos en borrarle los “errores” que pudiese tener por una manipulación errónea.
Si en el proceso de reseteo, en lugar de escuchar que la bomba de desagüe funciona correctamente, escuchamos una especie de “pitido”, significará que la bomba de desagüe está atascada o rota, (lo más normal es que estén las aspas atascadas por algún resto sólido de comida).
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Comprobar el desagüe del interior del lavavajillas y el de la instalación.
Para comprobar si el desagüe del interior del lavavajillas está obstruido o no, debemos abrir la puerta del lavavajillas, y mirar en el fondo, (lo que sería el suelo), y meter la mano sin miedo y sacar el filtro en forma de tubo y ver si está sucio.
Digo sin miedo, porque no hay ningún motivo por el cuál podamos hacernos daño al meter la mano ahí dentro.
Si el filtro vemos que está sucio, lo limpiamos debajo del grifo con agua caliente para que la suciedad se despegue más fácilmente, lo colocamos en su lugar, y procedemos a desenchufar el aparato, y si hiciese falta, lo retiramos para ver el tubo de desagüe del lavavajillas.
Normalmente el desagüe del lavavajillas está colocado o detrás del lavavajillas, o debajo del fregadero.
Una vez hemos localizado el tubo del desagüe, es conveniente tener a mano un cubo o un recipiente por si saliese agua. Ahora, sacamos el tubo de su lugar, ya sea desenroscando la rosca de plástico de la pipeta, (racor), o tirando de él hacia afuera.
Hecho esto, bajamos el tubo al nivel del suelo, (indicándolo hacia el recipiente para mojar lo menos posible el suelo o el mueble), para que así de éste modo, veamos si el agua estancada en el interior del aparato sale o no sale por el tubo de desagüe.
Si no saliese agua, antes de nada, debemos asegurarnos de que no está sucia la boca del tubo de desagüe del lavavajillas ni el tubo de la instalación de la casa, y si vemos que sí sale, dejamos que se vacíe por completo el lavavajillas para después poder tumbarlo y trabajar cómodamente sin mojarnos mucho.
De todas formas, si no se vacía por completo, al tumbarlo sí lo hará, pero tendremos que tener una fregona a mano.
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Comprobar bomba de desagüe.
Antes de tumbarlo con el frontal apoyado en el suelo, debemos colocar una toalla en donde va a apoyar, para prevenir posibles arañazos en el lavavajillas.
Tumbándolo de ésta manera, lo que conseguimos es una posición bastante cómoda para trabajar.
Una vez tumbado el lavavajillas, veremos que el suelo del aparato tiene 4 tornillos, que dependiendo de la marca, variará la cabeza de los tornillos.
Con ayuda de un destornillador los quitamos, teniendo en cuenta que en el fondo va sujeto el flotador, (del que hablaremos más adelante), el cuál antes de quitarlo debemos apuntar el lugar de cada elemento o hacer una foto con el móvil.
Una vez apuntada la manera en la que van colocados los elementos, desconectamos los dos tubos y el conector del micro del flotador.
Ahora debemos de identificar la bomba de desagüe, que será algo así:
Veremos que tiene tornillos de sujeción, un conector y que el tubo de desagüe va conectado a él.
Primeramente, quitamos el conector, después los tornillos y sacamos con cuidado la bomba de desagüe, la cual veremos que tiene 4 aspas formando una especie de ventilador, y entre las aspas debe de haberse metido algún resto sólido de comida o algo por el estilo.
Por prevención, soltamos el tubo de desagüe de la bomba, y comprobamos que esté limpio.
Una vez hecho todo esto, colocamos el tubo en la bomba, ponemos los tornillos asegurándonos que la junta de la bomba queda en su sitio para que no pueda gotear agua, colocamos el conector de la bomba en su sitio, y ponemos los dos tubos y el conector del flotador tal y cómo estaban.
Cerramos el fondo, conectamos el tubo del agua, conectamos el desagüe, enchufamos, probamos y verificamos que la función RESET funciona, y listo.
NOTA: Si la función RESET sí la incorpora el lavavajillas, pero el funcionamiento difiere de lo que explico, recomiendo preguntar al SAT Oficial de la marca, que ellos asesoren y si persiste el problema y no resetea, entonces proceder a cambiar la placa electrónica.
Si al desmontar la bomba de desagüe, observamos que está rota y que no funciona, bastaría con comprar una igual o similar e instalarla del mismo modo.
Recomiendo, que antes de cambiar elementos de cualquier aparato, asegurarnos si el seguro de hogar nos cubre las reparaciones de los aparatos.
