Esta avería puede darse por varias razones, en este caso, achacaremos la avería al termostato, a una fuga de gas o al compresor roto.
Comprobar el termostato.
Lo primero que debemos comprobar es que el frigo esté enchufado y que el selector de temperatura no esté roto.
Una vez hechas estás comprobaciones, ponemos el selector a cero, lo dejamos unos 3-5 minutos en esa posición, y estando atentos para ver si se escucha un “click” que provenga de la parte del compresor, esto nos indicará que el térmico del klixon del motor se ha despegado.
Una vez hayamos escuchado el “click”, movemos el selector de temperatura al máximo, para así de este modo asegurarnos de que se ha cerrado el circuito de corriente y le manda señal al compresor, y si una vez que lo llevamos al máximo, escuchamos que arranca el compresor y que no se para, significará que el termostato y el compresor parecen estar correctos.
Si al poner de nuevo en marcha el termostato, escuchamos que arranca y se para al instante, o que simplemente al mover el selector para ponerlo en marcha, se vuelve a escuchar el “click”, significará que el compresor está roto y la reparación sería Cambiar el compresor, (ronda los 300€ en la mayoría de marcas).
Si al mover el selector para ponerlo en marcha el compresor no hace nada, ningún ruido ni “click”, puede significar dos cosas, o que el compresor está roto, o lo más habitual, que el termostato esté roto.
Para comprobar si el termostato está roto, podemos puentear los terminales del termostato.
Para ello y antes de nada, desenchufaremos el aparato para asegurarnos de que no hay corriente, desmontaremos el frontal o el cajetín en donde esté ubicado el termostato, y para no confundirnos, apuntaremos en una papel donde va cada cable, o más fácil aún, aremos una foto con el móvil de cómo van los cables.
He dibujado un esquema muy básico para que todo el mundo lo entienda, ya que no todo el mundo sabe interpretar un esquema técnico.
Para hacer que la corriente vaya directa al compresor sin pasar por el termostato, una vez tenemos desmontado el porta-termostato, veremos que el termostato presenta 3 conexiones, diferenciadas por los números 4-6-3.
Ahora desconectamos el cable marrón de la conexión 6, y el cable negro de la conexión 4, unimos ambos terminales y enchufamos el aparato. De esta forma el compresor estará en arranque directo, y si de esta forma sí nos arrancase el compresor y nos empezase a generar frío en la pared del fondo, significaría que el termostato está roto y hay que sustituirlo.
Para desmontar el termostato, antes de nada apuntamos dónde va cada cable, después, desconectamos los terminales y nos fijamos que en el interior del frigo, el filamento metálico (capilar), que parece un alambre, va metido en una concavidad bien en la parte superior, media o baja del evaporador.
Lo soltamos y por detrás del frigo, desatornillamos los tornillos exteriores que hagan falta para separar solamente un poco la rejilla negra (disipador), sin forzarlo demasiado, y tiramos despacio del filamento metálico.
Una vez hemos hecho eso, compramos un termostato estándar de similares características, (rondan los 15-20€), o bien solicitamos la pieza al SAT Oficial de la marca que sea nuestro frigo, indicando el modelo de nuestro aparato. Dicho modelo vendrá en una pegatina puesta en una de las paredes interiores del aparato.
Para sustituir el termostato, basta con seguir los anteriores pasos pero a la inversa, es decir, primero introducimos el filamento metálico por donde están los cables, (así al final nos quedarán las conexiones en su lugar), una vez que el filamento está pasado a la parte de atrás, desde atrás hacia el interior, metemos el trozo que nos sirva para colocar la cabeza del filamento en su lugar, procurando que en ningún momento se pliegue por completo el filamento, ya que el filamento es hueco y contiene un gas el cual si se escapa al romperse el filamento, el termostato queda inservible,
Una vez lo hemos metido por dentro y fijado en su lugar, conectamos las conexiones tal y como estaban puestas y montamos lo que hayamos desmontado.
Comprobar el Compresor.
Si de primera hora comprobamos que el termostato sí funciona y arranca el compresor, el siguiente paso que debemos dar, es comprobar si el compresor es capaz de generar la suficiente fuerza para hacer circular el gas refrigerante por el circuito, para así de este modo, conseguir que enfríe el frigorífico.
Debemos retirar el aparato para controlar la temperatura del compresor, normalmente, la temperatura del compresor debe ser una temperatura caliente pero sin llegar a quemarnos, tiene que ser un calor soportable.
También debemos ir controlando la temperatura de la rejilla negra, que se encuentra en la parte de atrás del frigo, lo que se denomina condensador.
El condensador lo iremos controlando por vueltas, es decir, la curvatura que haga el tubo que se encuentre más cercana al compresor, debe de estar más caliente que la curvatura o vuelta del final del condensador, (sabremos que es el final porque veremos que el extremo del condensador se mete hacia adentro del frigorífico), si vemos que se va calentando el condensador de menos a más, consiguiendo un leve calor en la última vuelta, significará que el compresor parece tener la fuerza suficiente para empujar el gas.
Seguidamente y con la puerta cerrada del frigorífico, iremos controlando la pared del fondo del frigo para ver si genera frío. Nunca creara un frío uniforme por todo el fondo a la vez, irá poco a poco progresivamente, normalmente de arriba hacia abajo.
Si vemos que la pared del fondo va cogiendo frío, lo que es una buena señal, lo dejamos un rato y vemos si la temperatura va disminuyendo, si lo hace, el compresor está bien.
Si no consigue temperatura en el interior aun estando el compresor arrancado, puede significar dos cosas, o que tenga fuga de gas, o que el compresor esté falto de rendimiento.
Comprobar fuga de gas.
Si decidimos comprobar por nosotros mismo cuál de las dos opciones es, debemos tener presente que una vez demos el siguiente paso, el aparato deberá quedar desenchufado, pues la manera de comprobar si es o una cosa o la otra, es desenchufando el aparato, dejándolo 10-15 minutos parado, procedemos a cortar el tubo de carga, es decir, el tubo de cobre que no está soldado a ningún circuito y que presenta la punta soldada a modo de tapón.
Si vemos que sale gas, lo más seguro es que sólo sea el compresor, pero si vemos que sale muy poco gas, o que no sale nada, significará que tiene una fuga de gas, lo que indica que hay que buscar la fuga, repararla y cambiar el compresor.
Si nuestro aparato presenta fuga de gas, o alguien nos dice que la tiene porque dice “saber del tema”, tengan presente que el circuito de un frigorífico es un circuito cerrado, con lo cual si existe una fuga, hay que buscarla y repararla, ya que si no se repara, por mucho que se cargue de gas el aparato, tarde o temprano se volverá a quedar sin gas.
* (Otra manera para poner en arranque directo el compresor, es retirar el aparato, desenchufarlo, abrir el cajetín que se encuentra pegado a un lado del compresor, y cambiar el cable negro situado normalmente en la parte de arriba, por un cable marrón. Hecho esto enchufar el aparato y ver si arranca el compresor o si no arranca y se escucha un “click”. Si se escuchase el “click”, significará que el compresor está roto)
Recomiendo que antes de probar por vosotros mismos si se trata de fuga de gas o compresor falto de rendimiento, nos pongamos en contacto con el SAT Oficial de la marca que tengamos, ya que ellos son los verdaderos profesionales de su aparato, y el gas que contiene un frigorífico se mide en gramos, y oscila entre los 30-50 gramos, que es algo pequeñísimo y si no sabemos, puede parecernos que la cantidad de gas que sale al cortar el tubo es pequeña cuando en realidad es la apropiada.